Estudios Coreográficos Conservatorio Superior de Danza María de Ávila: un asunto de acontecimiento del cuerpo

Estudios Coreográficos CSDMA: un asunto de acontecimiento del cuerpo

Tuvo lugar el pasado 15 y 16 de marzo de 2018 la muestra de los estudios coreográficos de los estudiantes de la especialidad de Coreografía e Interpretación del Conservatorio Superior de Danza “María de Ávila” en la Sala Valle-Inclán de la Resad en Madrid, y sobre esto dirijo la presente reflexión.

Cuando Sócrates en Banquete de Jenofonte se contempló danzando frente al espejo, dedujo uno de los primeros razonamientos esenciales de la danza como ha sido y será: la mirada de los otros. De cualquier manera, una forma de clausura simbólica se sucede en el acto performativo de la experiencia que como extraña dualidad, concentra una particular relación que desaparece visualmente con su exposición, pero que deja abierta un cúmulo de sensaciones dispuestas para su rebote en la piel; dejándonos siempre; como espectadores, ese sabor de un cuerpo efímero que en su teatralización presenta como su mejor agitación escénica.

En el claustro, el cuerpo de la danza ritualiza una preparación orgánica y a su vez especular consigo misma. Los procesos formativos que apuestan a la necesidad de su exposición a los otros; considero, son la mejor manera de proyectar y complementar una formación que no sólo se fragua en un salón frente a un espejo, sino en otros espacios frente a un público. La fuerza de las nuevas generaciones centra el sentido de esta vocación tan política reclamando del otro su presencia para envolverlo en el alfabeto de nuevas construcciones de lenguaje coreográfico que irán conformando conforme el tiempo y la experiencia consigo y con los otros: es decir: un cuerpo que danza para ser trascendido.

De estos estudios coreográficos, la danza española especialmente (siendo coreógrafo contemporáneo) agitó mi curiosidad expectante cuando pude observar como confluyeron diversos lenguajes que se unificaban en su fuerza y su tradición con sumo respeto a sus tradicionales formas recordando lo que el Maestro Antonio Najarro dice como: “hermanarse con todas las artes” , volviendo estos trabajos como arte del movimiento; en revolucionarios etudes de su propia estética compositiva. Esta reflexión surge a propósito de los innumerables lenguajes estacionados de agrupaciones consolidadas en el contemporáneo no sólo en España sino en el mundo donde los discursos no trascienden la belleza frente al espejo del primer cuerpo (eso que llamo la atención de Sócrates como sujeto danzante) y donde es muy importante, de cara al futuro del arte de la danza, poner atención a esa juventud que promete conferirle permanencia a la danza como el arte más agitador de una experiencia que siempre será acontecimiento en la escena para los que danzan y para los que la observan activamente. Bravo por esta iniciativa a los estudiantes y al cuerpo de profesores y directivos del CSDMA.

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