Si bien la palabra Pedigrí que deriva del inglés Pedigree hace referencia a la genealogía de un ser vivo, su aplicación al café no resulta una paradoja porque lo que sí tiene este grano es que su fenotipo y su origen se avivan, en la medida que un previo y sofisticado proceso de clasificación y tueste le confieren a su bebida – distanciada del torrefacto.- la aproximación a su esencial sabor y aroma perfilando la pureza que espera ser revelada por especialistas o biólogos del café que, a nuestro parecer, tienen un compromiso con los sentidos más allá de los límites de su comercio.
Desde este territorio tan específico y complejo hemos querido iniciar en nuestro blog con una categoría que llamamos Sibaritas: Madrid y lo que pretendemos es escribir una saga de artículos donde reseñemos y aconsejemos esos lugares especiales que ademas de tener encanto, ofrezcan productos con pedigrí para hacer de todos los devotos del buen comer y beber una oportunidad de filosofía de vida y equilibrio.
El café ha sido parte muy importante en nuestras vidas. De niños en Venezuela, convivimos con una férrea cultura híbrida del café. Por un lado, la herencia de haber sido un país productor de café donde el tradicional «Guayoyo» se apreciaba igual al preparado de las maquinas italianas «Gaggia» que se introdujo por la fuerte inmigración italiana al país remitiéndonos a Parafrasear al escritor de Caracas José Ignacio Cabrujas cuando decía que «pasear por Caracas era tomarse un buen café italiano en la panadería del portugués de la esquina donde hacían el mejor pan gallego»
Café Angélica: un templo del café y del comercio justo
En pleno centro de Madrid en la Calle San Bernardo 24, encontramos un día por azar este Tostador de café que a primera vista ya invita por la sobriedad y sencillez de la locación. Una vez dentro, descubres que es un café para especialistas y para los que no también, porque el café es un misterio ya que siempre esta dotado de información relevante para su comprensión como por ejemplo tipos de cafés, orígenes, tostados, formas de beberlo, aportes para la salud etc. Pero no dudéis que quién este a cargo os atenderá y os dará la información que requieras sobre el café, tés, hierbas salvajes y especias entre otras cosas.
El café y su preparación es un mundo de sabiduría tal cual la vid y los vinos. Una de las primeras reglas para comenzar a saborearlo y sentir su esencia, es beberlo sin azúcar: `por lo menos así lo recomiendan los especialistas y eso nos invita a degustarlo para conocer y saber a través de los sentidos lo que implica como bebida tal como lo señala la maravillosa frase que encontramos como filosofía de Café Angélica cuando dice:
Queremos tazas de café que transmitan emociones, que hagan vibrar con cada sorbo, que sean acogedores en invierno y refrescantes en verano. Como decía Rosana, «a fuego lento, a fuego viejo».
El día que estuvimos, el café que servían era de Etiopía, por cierto país al que se le adjudica ser oriundo el arbusto del cafeto. Cuando preguntamos a su encargado sobre este grano, nos comentaba que cada día lo cambian por lo que es muy posible que un día te ofrezcan café de Colombia o Brasil por ejemplo.
Podéis visitar la web de café Angélica en el siguiente link
Cuando nos referíamos a un café de comercio justo, significa que el café que comercian en Angélica se basa sobre las cotizaciones del producto que lo mantengan sostenible y sustentable. El café tal cual el petróleo, es un producto que se cotiza en el mercado internacional con tendencias al alza y la baja, por ello, comercio justo es mantener una media equilibrada cuando su tendencia es la baja, para que miles de productores artesanales puedan continuar con su actividad sin menoscabo de su trabajo.
Cabe destacar que nos ha sorprendido la labor social que promueven Café Angélica con un Proyecto que lleva junto a la Asociación Cántabra ADEC en Camerún con la puesta en marcha de una Casa de Acogida para niños, por lo que tomarse un café en Angélica es contribuir y beber más allá de los de los sentidos un elixir ético y trascendente.
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No conocía este café pero me habéis despertado las ganas de ir. Tomo el café sin azúcar y es difícil encontrar sitios en donde saborear algo especial y el café Angélica parece que tiene muchos ingredientes añadidos: sabor, buen gusto en la decoración y solidaridad.
Gracias chicos!
ES una maravilla